Los principales tributos en Hong Kong son los siguientes:
1. Impuesto de sociedades.
Hong Kong aplica un impuesto sobre las ganancias empresariales y personales, conocido como el Impuesto sobre Beneficios (Profit Tax). El impuesto sobre beneficios se aplica únicamente a las ganancias derivadas de las actividades empresariales llevadas a cabo en Hong Kong. La tasa impositiva está fijada actualmente en un 8,25% sobre los beneficios netos (hasta los primeros 2.000.000 HKD) y 16,5% en adelante.
2. Exenciones fiscales.
Hong Kong cuenta con una serie de exenciones fiscales para fomentar la inversión y el crecimiento empresarial. Por ejemplo, hay exenciones fiscales para las ganancias de capital, los dividendos, los intereses y las regalías (royalties) obtenidos por empresas no residentes que no operan en Hong Kong. También hay exenciones fiscales para las ganancias derivadas de la venta de bienes o la prestación de servicios realizados fuera de Hong Kong.
3. Impuesto sobre el valor añadido (IVA).
Hong Kong no aplica un impuesto sobre el valor añadido (IVA) como muchos otros países. En su lugar, existe un impuesto sobre bienes y servicios conocido como el Impuesto sobre el Consumo (Consumption Tax) que se aplica a ciertos bienes y servicios, como el tabaco y el alcohol.
4. Tratados de doble imposición.
Hong Kong ha firmado acuerdos de doble imposición con numerosos países para evitar la doble tributación. El acuerdo para evitar la doble imposición entre España y Hong Kong se firmó en 2012, fecha en la que la región de Hong Kong dejó de ser paraíso fiscal para España.
En general, el régimen fiscal de Hong Kong se considera atractivo para los inversores y las empresas, ya que ofrece una tasa impositiva relativamente baja y una serie de exenciones fiscales. Además, la falta de un impuesto sobre el valor añadido puede reducir la carga fiscal para las empresas y los consumidores.
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